Superados los lapsos de inactividad de Magdalena y Pascua recibo una llamada de Jota: Viernes, día 8 de Mayo, inauguramos, ... por fin. El estrés, las prisas y los imponderables han templado su voz de forma que los nervios no la traicionan. La plataforma Disseny i Art, que ya tenía su espacio virtual, consigue ahora su espacio físico y multidisciplinar en pleno centro de Castellón. La crisis no obstaculiza el despegue de un proyecto cultural; ya es noticia eso.
Abierto desde las 20 horas llegamos a las 21, el espacio esta concurrido y entre la amalgama de cabezas, mientras saludo a conocidos, distingo a representantes de organismos públicos y de la concejalía de cultura. Nos integramos en un grupo de amigos pero desde allí, la multitud no me deja ver las obras. Alberto y Jota no dan abasto, y acierto como puedo a felicitarles cuando pasan sin detenerse.- Jota: Se ha caído una obra.- Señala un mosaico. Es la primera obra que veo no interrumpida por cabezas, sino por pies. Al menos no se ha roto, señal de la calidad de la pasta. Jota desaparece. Me desprendo del grupo y abriéndome paso entre la gente que disfrutan de sorbetes de limón y el catering -que Rocío ha preparado a la sombra- echo un primer vistazo a las obras de Alberto Navarro “Suko” y Miguel Ángel Naches. Invadido por las preguntas y la falta de espacio para la perspectiva, desisto y decido volver a intentarlo más tarde. En uno de los viajes sin destino de Jota, lo engaño con un cigarrillo. Salimos fuera.-Jota: Se ha caído una obra.- Mal menor, le digo. Sale Alberto. A Vero: Se ha caído una obra. Reímos. Consigo que Jota me explique parte de la técnica empleada para los mosaicos de Alberto y sobre la aplicación de capas previas al óleo de Miguel Ángel Naches, pero pronto le esposan de un brazo. Al mismo tiempo alguien pregunta: - ¿Dónde me ponen el sello?. Todo un éxito de asistencia al comprender que la inauguración coincide con la Nit de l’Art en Castellón y Disseny i Art no estaba en el circuito. Tendré que volver más tarde. Nos vamos a cenar. 
Kadena. Alberto Navarro, Suko
La 1 de la madrugada. Tras la última invasión de invitados y curiosos el paisaje empieza a clarear. El espacio aparece más amplio y propicio a la contemplación. Centro la atención en las esculturas exentas de Alberto Navarro. La cerámica, tan habitual en la comarca de La Plana, ha sido desde tiempo inmemorial soporte y contenido artístico. Con ella y en ella se ha expresado, se ha decorado, se ha escrito leyes y enseñanzas... El barro que el dios del Antiguo Testamento utilizó para crear al ser humano, tuvo que ser, por fuerza, la arcilla. Y en ese enlace con la creatividad toma protagonismo aquí el ceramista. En Kadena se plasma la metáfora creativa de una estructura molecular anárquica como una primera forma orgánica sobre el tono ocre del soporte en gres. El diseño cerámico une ciencia e imaginación en forma y contenido. Combinando diversas pastas, esmaltes vidriados u oxidados en horno eléctrico y de gas, y técnicas de cocción rakú, Suko traslada el eclecticismo de su formación académica y personal a la morfología de su obra.La Celda de los Sentimientos se muestra también como el soporte sobre el que descansa la creatividad, una prisión infinita para la emoción y la imaginación del hombre. La multiplicidad de posibilidades morfológicas y técnicas que ofrece el trabajo de la cerámica se desprende de su Hito a la Cerámica, escultura en bulto redondo con un vano donde un panel giratorio nos ofrece la combinación con un mosaico que emula formas dinámicas relacionadas con el tema actualizado del bodegón. En estos casos la cerámica se presta, además de como soporte y contenido, como continente mostrando aún más las posibilidades prácticas que de ella derivan.
La Celda.A. Navarro, Suko.
No pudieron pasar desapercibidos los Hombrecillos Craquelados que, condenados a la falta de identidad que provoca la ausencia de rasgos faciales, se mantenían unidos en grupo sobre su bandeja oscura, impertérritos ante los enormes rostros curiosos que les respiraban encima. En cuanto a los murales de mosaico, el pequeño formato protagoniza la exposición condicionado por el espacio de la sala y demuestra la proyección de su uso en interiorismo, aunque también se perciben las posibilidades del mismo para su elaboración en gran formato interior o exterior. En Mural Búcaro Suko traslada el tema de la vasija, antes soporte para las esculturas exentas, para combinar diferentes texturas y efectos plásticos en los engobes, pastas y colores.
Suko, modelando.
Miguel Ángel Naches avanza su próxima exposición en la recién inaugurada sala. En las dos obras expuestas demuestra técnica e innovación propias en el trabajo previo al óleo. Una vez realizado un boceto o composición, Naches aplica una base rica en fibra de elaboración propia resistente a cambios bruscos de temperatura con la que modela un relieve fiel al dibujo. Dependiendo de la textura que desee transmitir aplica incisiones, peinados, rascados o simplemente el arrastre de la base, multiplicando las posibilidades de la pincelada posterior. Tras el secado de la misma, añade una capa de gueso para facilitar la adhesión del óleo, del que superpone capas de diferentes tonos o colores según quiera transmitir cambios de luz o respetar en mayor o menor medida el dibujo. El trabajo delicado de las texturas previas al óleo acentúa los matices y contrastes entre colores fríos y cálidos en paisajes urbanos y naturales. La diferente profundidad o amplitud del peinado da una vuelta de tuerca más al volumen que si estuviera trabajado en pincelada gruesa o delgada y le permite, con un resultado sorprendente, la distorsión de perspectivas desde un mismo ángulo de observación. Los volúmenes toman vida con un uso más que atrevido de la luz sin que por ello el dibujo desmerezca su mismo protagonismo.
Sueño de luz en Castellón. M.A. Naches
Parte del mencionado uso de la luz en Sueño de luz en Castellón se resuelve con dos lámparas urbanas. La que proyecta el foco más cercano al espectador esta realizada por medio del tratamiento del color; en cambio, la luz de la más alejada se consigue con una aplicación de veladura. La temática de la misma obra roza el surrealismo al edificar un paisaje urbano local sobre un lecho natural y contrasta la geometría de los edificios con el suelo agreste, todo ello enmarcado bajo un cielo en tonos añiles en el que se intuye una arquitectura dintelada. La estructura urbana queda coronada con el gigante Tombatosal dotando a la abstracción de la simbología épica de la ciudad. En Desde el Lledó, Naches se aleja de la composición para realizar una relectura paisajística de la basílica con el mismo nombre. La perspectiva en diagonal de la composición sirve al autor para trabajar las texturas de la base en función de la distancia, tanto en el cielo como en la superficie marina. Los colores cálidos crepusculares se van combinando con añiles y rojizos transmitiendo la inquietud de un cielo en constante cambio. La sombra de la basílica se proyecta oscura sobre un verde cada vez más abierto según se refleja la luz con más intensidad a la esquina inferior izquierda. En la misma medida aumenta la distancia entre pliegues y arrastre de la base sobre la que se plasma el color.
Ya en “petit comitté” y con un bourbon entre las manos pudimos charlar tranquilamente sobre los proyectos inmediatos y futuros de la Plataforma Disseny i Art. A parte de la ya prevista exposición de Miguel Ángel Naches, se realizará próximamente (fecha aún por concretar) un concierto de guitarra española a cargo del castellonense Jesús de Vicente. A medio y largo plazo, se pretende realizar exposiciones, proyecciones de audiovisuales, presentación de libros, talleres de creatividad, artes plásticas, escritura, música... De forma paralela a la plataforma virtual, donde a través de la misma el artista puede difundir su obra, la plataforma física nace con el ánimo sano de ofrecer un espacio multidisciplinar a todo evento que pueda resultar interesante para la promoción de obra, artistas y autores que a partir de hoy encontraran un horizonte menos limitado en la ciudad. Grata noticia.
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