Del penalti de Ramos a la 3ª guerra mundial.
Cuando Sergio despertó la mañana siguiente, daban la última hora en las
noticias de radio nacional, pero como la radio no tiene dibujos, no prestó
atención. Pequín rompía relaciones con España tras el impacto de un balón
contra la embajada china en Filipinas. Lo que parecía en principio la travesura
de un niño -un balón que rompe el cristal de una ventana- se complicó de forma
inexplicable. Al día siguiente, el gobierno chino suspendía la importación de
jamón hasta que Sergio Ramos pidiera disculpas públicamente.
Ante el silencio del central, y de su entrenador que se negaba a ofrecer
ruedas de prensa, Mariano Rajoy, último presidente del estado español rogó al
defensa la comparecencia ante los medios. Tal vez fuera por el dolor de la
derrota ante el Bayern, pero las declaraciones de Ramos fueron contundentes y aumentaron
la tensión bilateral con China: Volvería a lanzar el penalti, sí señor,... Pero
esta vez, más fuerte; amenazó ofendido el defensa madridista.
Evidentemente, Sergio no conocía ni podía prever el alcance de sus palabras,
pero mediada la semana de crisis política, la tensión se trasladó al centro de
la capital española. Ka Goon Diés, portavoz del gremio de comerciantes chinos
de Lavapiés, amenazó con una guerra de precios contra el pequeño comercio madrileño
si Sergio Ramos persistía en lanzar otra pena máxima en un espacio abierto. Esta
vez fue Angela Merkel la que tomó cartas en el asunto y tras una llamada
telefónica, Sergio Ramos, quedo consternado, ya que si a malas penas entendía
el castellano, no digamos el alemán. El caso es que, aunque tarde, Sergio pidió
disculpas: Nunca se me ocurriría ofender a China ni a Utrera, míreme a los
ojos, los tengo igual que Usun Yoon. Ante el silencio pequinés, Ramos insistió
en su arrepentimiento: Nunca ofendería a la patria de Bruce Lee de quien
aprendí la patada voladora que tantos éxitos me ha dado en el fútbol.
Pero la buena fe del central leñero, digo lechero, contrastaba con los
ánimos crispados de las potencias que observaban atentos el desarrollo de los
hechos. La crisis tomó entonces tintes multilaterales. El departamento de
seguridad nacional de Estados Unidos emitió el siguiente comunicado: 'Nos
sentimos ofendidos por las palabras de Mr. Reimous, todo el mundo sabe que
Bruce Lee nació en San Francisco y es americano aunque sus abuelos no
construyeran el ferrocarril, e instaba al central madridista a leer un libro; en
concreto, la biblia protestante.
La crisis china tomó entonces un giro sorprendente. La hostilidad inicial
de China hacia Sergio Ramos, se tornó en solidaridad étnica cuando el mismo Wen
Jiabao, Premier del Consejo de Estado Chino, salió en defensa de Ramos y de los
descendientes de todos aquellos orientales que durante las guerras del opio
surcaron los mares en busca de una vida mejor para acabar desembarcando en la
capital del Guadalquivir los más afortunados, y en California los que no lo
eran tanto. Además, acusó a Washington de imperialista al falsear la
nacionalidad de Bruce Lee; aseverando que Bruce era más chino que la salsa de
ostras, y que en todo caso sería de Camas, Utrera o Triana, antes que
americano, tal y como demuestran esos ojitos miopes que Dios le dio.
No se sabe si apelando al honor occidental o, simplemente por ganas de
joder, la OTAN, organización estadounidense como todo el mundo sabe, acusó a
China de haber clonado a Kim Jong Il en la persona de Kim Jong Un, materializando
una dinastía de seres hermafroditas, capaces de reproducirse por sí mismos como
los gremlins, aunque al entrar en contacto con puro sake destilado de arroz, en
vez de con agua; ‘sólo así se explica la cara de retrasado que tiene el tío’
añadió un portavoz atlantista con despecho.
La CIA, como no, también aportó su grano de arena al conflicto al informar sobre planes chinos que decía conocer por medio de un agente secreto del MI5 inglés, que a su vez se había informado por un cabo de la guardia civil que se hacía pasar por muyaidin afgano en Pakistán. A saber, que el gobierno chino planeaba regalar vacaciones gratis a cien millones de familias chinas, en la playa de Sanya, al este de China, para organizar un baño popular multitudinario que provocara un tsunami que arrasara California. 'Si Bruce Lee tiene que ser Californiano, haremos desaparecer California’, confirmaban las fuentes secretas chinas a través de los expertos agentes occidentales. Ya era demasiado tarde. Washington declaró la guerra a China, Corea del Norte, Mongolia y otros países colindantes que resultaban sospechosos por sus ojos y por el color hepático de su piel.
La CIA, como no, también aportó su grano de arena al conflicto al informar sobre planes chinos que decía conocer por medio de un agente secreto del MI5 inglés, que a su vez se había informado por un cabo de la guardia civil que se hacía pasar por muyaidin afgano en Pakistán. A saber, que el gobierno chino planeaba regalar vacaciones gratis a cien millones de familias chinas, en la playa de Sanya, al este de China, para organizar un baño popular multitudinario que provocara un tsunami que arrasara California. 'Si Bruce Lee tiene que ser Californiano, haremos desaparecer California’, confirmaban las fuentes secretas chinas a través de los expertos agentes occidentales. Ya era demasiado tarde. Washington declaró la guerra a China, Corea del Norte, Mongolia y otros países colindantes que resultaban sospechosos por sus ojos y por el color hepático de su piel.
Al mismo tiempo que se hacía público el ataque nuclear y que alguien en los
Estados Unidos apretaba un botón rojo que lanzaba una andanada de misiles,
Sergio Ramos enviaba a tomar por culo a Mourinho, cuando éste le pedía que
ensayara más penaltis.
Un relato de Kostas Vidas.
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