jueves, 26 de abril de 2012

El penalty de Ramos o el porqué de la 3ª Guerra Mundial


Del penalti de Ramos a la 3ª guerra mundial.
Cuando Sergio despertó la mañana siguiente, daban la última hora en las noticias de radio nacional, pero como la radio no tiene dibujos, no prestó atención. Pequín rompía relaciones con España tras el impacto de un balón contra la embajada china en Filipinas. Lo que parecía en principio la travesura de un niño -un balón que rompe el cristal de una ventana- se complicó de forma inexplicable. Al día siguiente, el gobierno chino suspendía la importación de jamón hasta que Sergio Ramos pidiera disculpas públicamente.
Ante el silencio del central, y de su entrenador que se negaba a ofrecer ruedas de prensa, Mariano Rajoy, último presidente del estado español rogó al defensa la comparecencia ante los medios. Tal vez fuera por el dolor de la derrota ante el Bayern, pero las declaraciones de Ramos fueron contundentes y aumentaron la tensión bilateral con China: Volvería a lanzar el penalti, sí señor,... Pero esta vez, más fuerte; amenazó ofendido el defensa madridista.
Evidentemente, Sergio no conocía ni podía prever el alcance de sus palabras, pero mediada la semana de crisis política, la tensión se trasladó al centro de la capital española. Ka Goon Diés, portavoz del gremio de comerciantes chinos de Lavapiés, amenazó con una guerra de precios contra el pequeño comercio madrileño si Sergio Ramos persistía en lanzar otra pena máxima en un espacio abierto. Esta vez fue Angela Merkel la que tomó cartas en el asunto y tras una llamada telefónica, Sergio Ramos, quedo consternado, ya que si a malas penas entendía el castellano, no digamos el alemán. El caso es que, aunque tarde, Sergio pidió disculpas: Nunca se me ocurriría ofender a China ni a Utrera, míreme a los ojos, los tengo igual que Usun Yoon. Ante el silencio pequinés, Ramos insistió en su arrepentimiento: Nunca ofendería a la patria de Bruce Lee de quien aprendí la patada voladora que tantos éxitos me ha dado en el fútbol.
Pero la buena fe del central leñero, digo lechero, contrastaba con los ánimos crispados de las potencias que observaban atentos el desarrollo de los hechos. La crisis tomó entonces tintes multilaterales. El departamento de seguridad nacional de Estados Unidos emitió el siguiente comunicado: 'Nos sentimos ofendidos por las palabras de Mr. Reimous, todo el mundo sabe que Bruce Lee nació en San Francisco y es americano aunque sus abuelos no construyeran el ferrocarril, e instaba al central madridista a leer un libro; en concreto, la biblia protestante.
La crisis china tomó entonces un giro sorprendente. La hostilidad inicial de China hacia Sergio Ramos, se tornó en solidaridad étnica cuando el mismo Wen Jiabao, Premier del Consejo de Estado Chino, salió en defensa de Ramos y de los descendientes de todos aquellos orientales que durante las guerras del opio surcaron los mares en busca de una vida mejor para acabar desembarcando en la capital del Guadalquivir los más afortunados, y en California los que no lo eran tanto. Además, acusó a Washington de imperialista al falsear la nacionalidad de Bruce Lee; aseverando que Bruce era más chino que la salsa de ostras, y que en todo caso sería de Camas, Utrera o Triana, antes que americano, tal y como demuestran esos ojitos miopes que Dios le dio.
No se sabe si apelando al honor occidental o, simplemente por ganas de joder, la OTAN, organización estadounidense como todo el mundo sabe, acusó a China de haber clonado a Kim Jong Il en la persona de Kim Jong Un, materializando una dinastía de seres hermafroditas, capaces de reproducirse por sí mismos como los gremlins, aunque al entrar en contacto con puro sake destilado de arroz, en vez de con agua; ‘sólo así se explica la cara de retrasado que tiene el tío’ añadió un portavoz atlantista con despecho. 
La CIA, como no, también aportó su grano de arena al conflicto al informar sobre planes chinos que decía conocer por medio de un agente secreto del MI5 inglés, que a su vez se había informado por un cabo de la guardia civil que se hacía pasar por muyaidin afgano en Pakistán. A saber, que el gobierno chino planeaba regalar vacaciones gratis a cien millones de familias chinas, en la playa de Sanya, al este de China, para organizar un baño popular multitudinario que provocara un tsunami que arrasara California. 'Si Bruce Lee tiene que ser Californiano, haremos desaparecer California’, confirmaban las fuentes secretas chinas a través de los expertos agentes occidentales. Ya era demasiado tarde. Washington declaró la guerra a China, Corea del Norte, Mongolia y otros países colindantes que resultaban sospechosos por sus ojos y por el color hepático de su piel.
Al mismo tiempo que se hacía público el ataque nuclear y que alguien en los Estados Unidos apretaba un botón rojo que lanzaba una andanada de misiles, Sergio Ramos enviaba a tomar por culo a Mourinho, cuando éste le pedía que ensayara más penaltis.    
Un relato de Kostas Vidas.    

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