En Julio me llegó la propuesta del bueno de Andrés. Sin ser fan del cine fantástico y de terror, reconozco que, a veces, vienen bien ciertas dosis de sangre y desmembramiento en la pantalla. Se presentó la oportunidad perfecta para salir de Castellón sin gastar demasiado. Es preferible vivir entre los alaridos de los zombis que pasar el puente en un pequeño apartamento en el tercero sufriendo las reformas de otro tercero y dos segundos pisos. Pese a las advertencias de mi amigo, me presenté sin entradas, tampoco tenía grandes preferencias. La cuestión era divertirme con algunas películas y desconectar de un día a día en el que sábado y lunes se dan la mano. Gracias a la ayuda de Pepa, conseguí algunas entradas. Tras solventar el tema de las entradas fuimos al paseo marítimo a ver el desfile zombi y el concierto de Zombi Walk. Hay que reconocer a la organización el buen hacer en la información y en el acceso a las taquillas, aunque Let the right one in se demoró una hora dejándonos a unas treinta personas en la puerta de la sala El Retiro donde habíamos llegado tarde por esta causa. Nos perdimos corto y medio. El viernes disfruté por tanto de Let the right one in, y de madrugada de la Nit Més Zombi, maratón que incluía cuatro cortos y cuatro largometrajes. En el tercer largometraje que carecía completamente de interés caí dormido junto a mis dos acompañantes. A la finalización de este, nos volvimos al apartamento; eran las seis de la mañana. Puedo aseguraros que el espectador de Sitges Festival es de un agradecimiento supino. Nunca he visto aplaudir con tanto entusiasmo crédito por crédito, por desconocida que pueda ser la referencia. Tanto es así que la organización ha premiado la deferencia de su público con un excelente spot conmemorativo. Desgraciadamente no lo encuentro. Cuando lo encuentre, os lo cuelgo.
Let the right one in, de Tomas Alfredson. Suecia, 2008. Con: Kàre Hedebrant y Lina Leandersson.
Premiada con el Méliès d'Or unos días antes de comenzar el Festival Sitges, la interesante cinta de Alfredson nos traslada a una inquietante y novedosa crónica vampírica. Sin abandonar la narración lenta, los planos cortos y los silencios a los que nos tiene acostumbrados el cine nórdico, las secuencias están dominadas por una excelente fotografía donde conviven en armonía el blanco frío de la nieve, la oscura zozobra de la noche y el calor rojo dulce de la sangre. La dirección de actores sobresale al tener en cuenta la juventud de Kàre y Lina, dos jóvenes talentos que derrochan intensidad y naturalidad en base a estados y sentimientos extremos como la rabia, el amor y el odio.
Dance of the Dead. Gregg Bishop. EUA, 2008. Con Jared Kusnitz y Greyson Chadwick.
Rememorando el cine de terror de los setenta y ochenta heredero de Romero, esta cinta se presentaba en la sección de Midnight X-treme del festival. Sin los grandes alardes de guión y realización que Shaun of the Dead(consultar post en Martín Román) puso en altísimo nivel en este género, Dance of the Dead nos narra, en un marco clásico de las comedias para teenagers americanas de un ambiente trivial y banal, los prolegómenos y realización del baile de fin de curso del instituto, el levantamiento de zombis de todo un cementerio como hecho extraordinario. Nada original en los planteamientos, podemos agradecer al director al menos buenas dosis de ritmo y comedia en el desarrollo de una trama muy simple.
JCVD. Mabrouk El Mechri. Francia, 2008. Con: Jean-Claude Van Damme.
Todo lo que Van Damme no intentó como actor a lo largo de su carrera. El Mechri homenajea la carrera del marcial belga regalándole por primera vez un buen guión. Pese a las recomendaciones del excesivamente agradecido público de Sitges, yo esperaba que la película saliera rana. Tardé diez minutos en cambiar de opinión. Van Damme interpretándose a si mismo representa una estrella desprestigiada que intenta recuperar su carrera profesional tras tocar fondo económica y personalmente. Por activa o por pasiva, por no descarnaros la trama, se ve involucrado en el atraco a una sucursal de correos. El drama personal, en clave sarcástica, buenas dosis de humor, y el endeble filtro que funde la personalidad del humano y del antihéroe, hacen de esta una cinta muy recomendable.
ARBEIT FÜR ALLE (FULL EMPLOYMENT). Thomas Oberlies y Mathias Vogel. Alemania, 2008.
Este corto despertó el delirio entre los asistentes. Narrado desde la perspectiva del documental y a través de entrevistas al director y los operarios de determinada empresa se nos introduce en la precariedad laboral que nos promete el futuro más cercano. Sueldos irrisorios, contrato de prácticas, riesgos laborales,... Debe de tratarse de una labor muy interesante para no desear ser despedido,... ¿verdad?.
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