Color y volumen parecen, a primera vista, los protagonistas que juegan a dar forma y contenido a la pintura de Miguel Ángel Naches (Sala Plataforma, C. Conde Pestagua, hasta el 19 de diciembre de 2009), hasta que los contrastes y el movimiento de sus texturas nos acercan a la alquimia original del pintor. Naches combina desde un principio su formación en diseño para revestimiento cerámico en la Escuela de Artes y Oficios de Castellón de la Plana con cursos de dibujo y pintura; y de su propia iniciativa surge la línea de investigación que le lleva a la expresión de temas naturales y urbanos mediante formas y colores atrevidos.
Naches satisface sus necesidades materiales dirigiendo el departamento de diseño y marketing de una empresa cerámica, y de aquí surge parte de la inspiración para dotar a sus composiciones del volumen y el relieve tras una etapa inicial de óleo sobre tela. Las principales dificultades que encontró en su investigación para la pasta base que cubre inicialmente el lienzo surgían del material a utilizar. Desecha de inicio el uso del látex, demasiado brillante para la serenidad que buscaba, y el plástico, por su artificialidad. Las características de tiempo de evolución y manejo para el dibujo y la textura, la durabilidad y la elasticidad sin abandonar los tonos mates, se consiguen finalmente con una base rica en fibra de elaboración propia que se aplica sobre el lienzo una vez realizado el boceto. Las micro texturas realizadas por medio del dibujo, el peinado o el arrastre multiplican, según el propio Naches, no sólo las posibilidades de volumen y movimiento (especialmente en cielo y mares) sino que también facilitan la aplicación de una amplia gama cromática y permite iniciar la iluminación tras la estructura. A su técnica se añade una atrevida combinación de colores cálidos y fríos trabajados a menudo con el arrastre o la degradación del color, que provocan sorprendentes sensaciones a partir de las micro texturas. Este compendio técnico le permite practicar una pintura personal, pero con muchas posibilidades de evolución.
La composición, según Naches, “es el proceso creativo original” del artista; incluso cuando es mental no deja de ser composición reflejo del impulso creativo. Para ello, parte de la imagen, de recuerdos, imaginaciones o fotografías, y de su mezcla nace el punto de partida de la composición, que toma cuerpo en paisajes naturales o urbanos. Un ejemplo claro de la mezcla de imágenes es Sueño de Luz en Castellón, donde en un paisaje urbano se muestran diferentes imágenes de la ciudad.
Sueño de luz en Castellón.
El atardecer es otro tema reiterativo en Naches, en tanto que los cambios de luz y de color que ofrece la realidad se prestan a diferentes interpretaciones. Sus cielos pueden ser azules, violetas y naranjas a la vez, el cambio y el tiempo plasmados en la imagen, el crepúsculo como motor de vida.
La serie de Poesía Reflexiva combina la técnica pictórica con relieves de los ejercicios literarios de propio pintor. Los temas humanos toman en cambio una complejidad formal y expresiva a la vez. El dibujo se vuelve aún más libre y los significados se cargan de simbolismo como en Mujer embarazada (2007), cuyo vientre se divide en dos semicírculos con el feto en formación en el superior (la vida inocente) y la venida al mundo artificial que le espera con rostros amenazantes sobre un mar de lava. El atardecer luminoso de la parte superior inspira la bondad natural frente al mundo artificioso. La mujer, “hermosa pero sin brazos” como describió Ortega y Gasset a España, no puede proteger al niño.
Mujer embarazada.
A veces adquiere formas casi abstractas como sucede en Bardo (2006), donde se muestra una puerta oscura a la otra vida con rostros cálidos en torno a una “célula fantasma”. Y en Mirada perdida (2008), Naches nos presenta una interpretación de la futilidad humana con un maridaje compositivo cubista y postimpresionista.
Mirada Perdida.
Bardo.
Una temática más compleja e inquietante se muestra en Vigilados en la red (2009), donde reinterpreta un paisaje urbano holandés, una oscuridad casi nocturna nos adivina que las casas están habitadas pese al aspecto desértico de la calle. Una serie de formas oculares se comunican en la red que nos vigila.
Vigilados en la red.
1 comentario:
la luz que emanan los cielos es similar al fuego que lleva en su interior. arde por dentro pero es frio por fuera. se quema en susemociones pero no manifiesta sus devilidades.
Publicar un comentario